Tres colores, tres jeringuillas, cuarenta y cinco círculos de cuatro centímetros de diámetro....
Quizás sea un trabajo demasiado mecánico, pero de él se puede aprender alguna que otra cosa bastante interesante. Por ejemplo que cada color actúa de una forma diferente, ya que entre otras cosas no todos cubren igual, que la teoría llevada a la práctica nunca es perfecta (entre otras cosas por lo que he comentado ates de que no todos los colores funcionan igual), como se neutralizan entre si los colores opuestos y luego ya cada uno habrá tenido sus propias experiencias que es de lo que más se aprende…
Ahora el siguiente paso es hacerlo a ojo.
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